sábado, 8 de diciembre de 2018

Cartas a Horacio XXI

Ya no te acreciento ni te reverbero, Horacio. 

Ni me acuerdo de tu Juliana, ni de esa posible forma que tienen tus vientos y tus maneras. No me retuerzo en las noches indagando en un escenario donde tus manos agarren mis tentáculos con fuerza.

No almuerzo mollejas en un establo, nunca más.


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