jueves, 11 de abril de 2019

El Rey Sapiño

Nos dijeron que si esperábamos hasta medianoche tendríamos la oportunidad de verlo. Que si estábamos muy atentos cerca del mar, a la luz de la luna creciente aparecería.

No estábamos seguros de poder lograrlo, el jet lag nos traía cansados y a penas podíamos mantener los ojos abiertos.

Pasamos el día persiguiendo mariposas, tomando copas de vino blanco, mirando la bahía.

Ya entrada la noche, salimos tambaleándonos de nuestro Bungalow, y las polillas nos golpeaban las rodillas.

Ya estábamos por rendirnos cuando ocurrió, a punto de recostar las cabezas cansadas en la almohada.

De las profundidades del mar apareció saltando el Rey Sapiño, croando extrañamente, adentrándose en la isla en búsqueda de su cena.

Yo te tomé la manito, porque sé que no te gustan los sapiños, sobre todos los más chicos , ni siquiera te gusta hablar de ellos.