domingo, 24 de septiembre de 2017

Cartas a Horacio II

Nunca se me han secado tanto los ojos . Cuesta llorar bien temprano en la mañana , uno siempre tiene las cabezas en otra parte.
Ahora acostumbro a pasarme el día en batallas de castillos, salvando de las ruinas a la gente pobre de un pueblo antiguo. Dicen que en la antigüedad cazaban sus propios alimentos. Gracioso es tener que buscar para sobrevivir. 
Hay días en los que solo me meto a una escena de esos bosques que me muestras en tus fotografías, Horacio. Como si esos recuerdos fueran míos, como si en este planeta hubiesen árboles y hojas y ardillas y todas esas cosas que puedes encontrar en las escenas de un bosque. 
Y eso es de lo que finalmente me consigo convencer en un período  de 67 años: que esos recuerdos de Horacio son míos, toda una vida en esa escena del bosque, sin nadie, apreciando el color que llamas verde, con el sonido de lo que llamas viento.
A veces imagino, Horacio, que llegas a ese bosque y yo soy como esos seres extraños que vivían contigo en ese lugar, parado en dos pies (qué gracioso sería) y con solo dos brazos. Y con esos solo dos brazos te envolvería, y yo a eso le llamaría "abrazo". Darte un gran "abrazo". Solo con la idea de sentirte se me levantan las escamas.
Luego ya sería mucho fichaje perdido para solo una escena y me saldría del montaje. No tengo tanto esfuerzo para gastar. 
A la mañana siguiente se me secan los ojos nuevamente.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Cartas a Horacio

Horacio:

Las cosas van de este modo: 
El sol sale por la cordillera, 
Se esconde por el océano.
Acá le llamamos océano a esta masa de compuestos que intenta interminablemente meterse en los continentes pero sin lograrlo.
Aún recuerdo cuando nos contactamos por primera vez:
Apareció en todas las noticias:
estuvo en portada de los periódicos por meses:
recuerdo que uno de mis corazones dio un brinco, abrí de par en par mis tres ojos, el cuarto lo perdí en una trifulca hace 203 años atrás.

La cosa fue de este modo:
Vosotros habéis enviado una  de esas maquinitas pequeñas que os esmeráis como locos en construir y que tardó, según dicen los científicos, 2347 años luz en llegar hasta acá: totalmente insano, crepusculante, espacioso e indiferenciable.

La tercera cohabitante que hay en una de las fábricas de estrellas me contó que la verdad es que no llevaba ni una semana de haber aterrizado. Pero la hija de Esterlina dice que lo tenían guardado hace 7 años. Yo siempre me he confundido en cuanto a tiempo lineal se habla, como aquí todos nos plegamos y sobreponemos unos con otros, a esta altura quizás a tu familia le importe lo mínimo.

La gran noticia es que nos contactaron y dejaron el mensaje más caído que se pueda recordar: “fuimos todo lo que quisimos ser”

La cosa sigue de este modo:
“Fuimos todo lo que quisimos ser”, qué verdad tan cierta, tan simple y grandiosa a la vez. Viniendo de ti Horacio, donde sea que estés, más allá de las tres lunas de este planeta en la constelación de Centauro. 
¿Te quedan aún palabras para enunciar ?
¿Queda aire en tus pulmones aún por respirar?
No me hagas sentir solo, Horacio. Te lo pido por favor .