domingo, 10 de junio de 2012

Pl@cer Virtu@l

Empecé inocentemente por rozar con la punta de mi Barra espaciadora tu botón Enter, sin imaginarme que  llegaría a la excitación máxima al presionar con fuerza tu F5, actualizando tus páginas, sabrosas páginas, las más deliciosas que uno pudiese imaginar.

Luego te sacaste tus imágenes y tus dispositivos quedaron colgando. Me susurraste en el micrófono "tengo actualizaciones disponibles", yo como loco empecé a descargarlas usando solo mis programas predeterminados como sé que a ti te gusta. Ya sé que tus reproductores de video son lo más sensible de tu equipo, por eso los inserto con cuidado en mis accesos directos.

El punto álgido de esta experiencia es bloquear todas tus mayúsculas, cólócárté únós tíldés pór dóndé sé mé dé lá gáná, en todas las posiciones posibles. 

Imprimí pantalla mientras te abría las ventanas para guardar un recuerdo de nuestro encuentro fugaz, esos bytes por segundo perdidos al cerrar sesión.

Suavemente deslicé mi mouse por los espacios de tu teclado, y al vibrar de un doble click introduje mis documentos en los tuyos, siempre con antivirus puesto en mi disco duro, duro como nunca, para evitar cualquier pérdida de información, lo que sobra se va a la papelera de reciclaje. Pedí desesperado que enchufaras tu pentdrive de 16 Gigabytes en mi puerto USB. A pesar de que tengo 4 siempre me conectas en el más usado. Un archivo de placer dejé escapar al sentirte justo en mi tarjeta madre, solo como tú sabes hacerlo y sentí la intensidad de la señal inalámbrica de tu Wifi en mi Banda ancha, eso es lo que más extraño.
Te descargaste con pasión por fin encima de mi escritorio y de nuestro @mor virtual surgió una nueva carpeta que guarda con contraseña todos nuestros secretos e historiales de conversación. Ya disminuyendo la velocidad, nos dimos cuenta sin notificarlo que el antivirus estaba caducado, ya no más base de datos de virus actualizada.

Ctrl+alt+supr puede borrar cualquier error que pudimos haber cometido entonces. Ahora te guardo en mis páginas favoritas, eres el sitio que más visito por estos días.

viernes, 8 de junio de 2012

Tránsito Zodiacal


En Neptuno se subió un Sagitario bien temprano en la mañana preguntándose cómo hacer combinación Línea verde para llegar pronto a la estación Del Sol. Nunca imaginé que los Géminis serían tan amables de responder interrogantes de fácil respuesta ya que  bastaba con mirar el mapa de estaciones pegado en un costado, al lado del freno de emergencia, usar solo en caso de emergencia, su uso indebido será sancionado conforme al código penal.

Los Aries se subían en cada estación sin dejar bajar antes de subir, traspasando la línea amarilla, tan apresurados como siempre.

Lo que yo realmente andaba buscando era un Cáncer lejos de casa, que me dé remedios para la Bronquitis Obstructiva, cariño en la nuca, besito en la mejilla.

Tauro y Libra se miraban cada  6 segundos en un rincón del carrito, imaginando que venían de planetas vecinos, constelaciones cercanas, mientras Acuario pensaba en cómo los Escorpión andaban tan pero tan irritables con los Leo, que ya ni los Piscis los aguantaban. Nada personal en lo antes escrito.

Era día par de una segunda semana de un mes múltiplo de 3 hora peak, por eso el tren se quedaba estancado entre estaciones, cortes de luz ya no sorprendían a ningún Virgo, ni siquiera a los más pequeños que jugaban a mantener el equilibrio sin afirmarse de ningún fierro.

Yo, que soy Capricornio nacido un 24 de diciembre, poco interesado en conmemorar fechas ni santos, pésimo en dar regalos, siempre me he sentido algo de Ofiuco, especialmente en la esquina esperando que el semáforo rojo se convierta en verde o cuando se te caen las cosas de las manos por muy firmes que las sostengas

Y allí estábamos todos, afirmándonos con fuerza cada vez que había un frenazo, sin contar estaciones ni combinaciones intermodales, perdidos en un metro sin dirección alguna, todos buscando en el diario que regalan gratis desde las siete el horóscopo del día para saber cuál iba a ser nuestro destino de ese día, nuestro número de la suerte, cómo estaríamos de salud y si finalmente encontraríamos al amor de nuestras vidas, pero a los del diario se les olvidó imprimir esa página por darle más hojas al tránsito de Venus que no se repetiría hasta el 2117 si es que llegamos al dos mil ciento diecisiete. Nos quedamos todos mirando, preocupados, sin saber de qué conversar más que de partidos de fútbol y del reality de anoche, asustados de no saber a dónde íbamos a acabar realmente al terminar el día.

martes, 5 de junio de 2012

Waking Life



Hey, ¿podemos hacer eso de nuevo?...Sé que no nos conocemos pero no quiero ser una hormiga ¿sabes?
Me refiero a que vamos por la vida con nuestras antenas chocando unas con otras, siempre en "piloto- automático- hormiga", sin que nada verdaderamente humano nos sea requerido. 
"Detente", "ve", "quédate aquí", "maneja hacia allá", toda acción básicamente para sobrevivir, toda comunicación es para mantener esta colonia de hormigas zumbando de una manera eficiente y educada. "Aquí tiene su cambio","¿Bolsa de papel o plástico?","¿Tarjeta de Crédito o efectivo?","¿Quieres ketchup?".NO, No quiero una bombilla, quiero momentos humanos reales, quiero verte y quiero que me veas...

No quiero renunciar a eso, no quiero ser una hormiga, ¿entiendes?

Waking Life [2001], Richard Linklater.