sábado, 28 de octubre de 2017

Cartas a Horacio IV

Sin necesidad de escenografía, te vi en un evento bioquímico cerebral, de esos que llamas sueño . 

Y en el sueño te vi Horacio, de la mano de alguien más, con un artefacto que llamabas coche, con una larva que llamabas hijo, saliendo de un establecimiento que llamabas supermercado . Y el hijo llevaba por nombre mi número de identificación. Te veías tan feliz, sonriendo con esa única boca que tienes .

Tan extraño .

Tan extraño que me desperté en medio de la tercera noche tras el equinoccio. Miré hacia el centro de nuestra galaxia, hacia ese ángulo donde se supone que tuviste que existir. Juro que vi titilar una luz tenue en el cielo.

lunes, 9 de octubre de 2017

Cartas a Horacio III


Ayer me acorde de ti, Horacio . Desayuné cocodrilos con salsa de choficurnias.