sábado, 22 de mayo de 2010

mitad

A lo mejor sí, a lo mejor hoy al despertar abriste tus ojos al punto equidistante entre tu nacimiento y tu muerte: justo la mitad de tu vida.

y, ¿cómo van las cosas que no se dicen?, ¿cómo está la gente que no saludas hace ya un buen tiempo?

¿cómo se siente la espalda sin joroba y la cara sin arrugas, con ojos sanos, ojos claros, sin nubes en cada cosa que se ve?

¿cómo van los días que se dejan pasar y las horas gastadas en algo poco trascendente?

¿cómo es vivir sin que las manos te tiemblen al agarrar un ramo de flores o un lápiz para escribir en una servilleta: estoy vivo?

¿cómo se siente (dime) tener toda la vida entera (o la mitad de ella) por delante para hacer las cosas que todavía te restan por hacer y las cosas que aún te faltan por decir?

(dime)