jueves, 17 de septiembre de 2020

puentes

Son todos esos puentes que unen lo incierto con lo auténtico,

ese delgado hilo que teje a diario redes de confusión en las miradas que cruzas en la calle.

Esas conexiones frágiles que estableces con la realidad,

porque en los sueños siempre es grato pasar una tarde entera tomando una copa de vino, en un parque, a la espera del atardecer.

Se van acercando cada días más a esa orilla donde los momentos son sólidos,

tangibles,

degustables,

ni tan volátiles como aquellos recuerdos de madrugada, temblando en la cama buscando respuestas y espantando fantasmas.

Pero a veces el puente no es de hierro forjado,

es un puente colgante, derruido por el tiempo,

a punto de cortar sus amarras,

dejándote en caída libre a un vacío de olvido,

aferrándote a la idea,

a la pequeña esperanza,

que  en ese descenso estrepitoso,

te hayas puesto tu paracaídas de emergencia.