domingo, 16 de diciembre de 2007

insensible

Cuando está esparcido en el piso, dando espasmos de agonía, lo pateas un poquito ni tan fuerte ni tan despacio, a ver si sus receptores sensoriales a nivel de la piel aún funcionan y responden al golpecito ( que no era ni tan fuerte ni tan despacio ) que le das. Efectivamente, hace una mueca con la cara, se encoje un poco hacia su interior, las tripas que flotan en el charco de su propia sangre se contraen levemente chapoteando un poco de hemoglobina alrededor. Entonces te das cuenta que es tan humano como tú, de pie frente a él, empapado de la misma que hace un charco bajo ese que está esparcido en el piso . Te das cuenta que tiene sentimientos, al igual que tú. que es capaz de llorar hasta que se seque si le rompen el corazón, tal como tú lo has hecho. que tiene el potencial necesario para imaginar las mismas cosas que tú: imaginar que todo lo que planeas, todo el discurso que te aprendes de memoria para contarlo al día siguiente, sale tal como tú quieres. imaginar un mundo donde todo lo que imaginas se hace tan real que lo puedes tocar, sentir, besar y abrazar si tú lo deseas.
y mientras más se encoje, mientras más sangre salpica, te das más cuenta de lo parecido que es a ti. que es capaz de llorar, sentir, vivir, saltar, gritar exactamente como lo haces tú.
Es como un calco tuyo. la diferencia está en que ahora él yace agonizando en el piso, mientras tú te mantienes de pie frente a él, sin saber como, esperando a que venga alguien y te tumbe al suelo, te saque el corazón de manera tal que tus tripas salgan a flotar al charco de tu propia sangre, mientras te patean en el piso a ver si tus receptores sensoriales a nivel de la piel sienten aunque sea un mínimo de dolor.

No hay comentarios: