miércoles, 29 de julio de 2009

Me supo a recuerdo, a recuerdo pintado de amarillo marrón
con hojas cayendo, hojas en el suelo, hojas crujiendo.
Me supo a salsa de chocolate sobre un helado de melón,
con pedazos de fruta alrededor del helado: un gran helado.
Me supo a tres canciones una noche antes del nuevo año,
a papas fritas, ramitas y a piña con champagne o a champagne con piña según cómo te lo sirvan.
Me supo a gotas de lluvia en tu cara, cayendo en la comisura de tus labios
donde solo yo te beso, donde sólo yo te beso.
Tenía sabor a doscientos pesos en Harina, para mezclarla con dos huevos, limón rayado =>walá! un queque (faltó la margarina).
Me supo a una noche fría de invierno caminando a tu lado silbando como pajarito,
saliendo de un cine pequeño donde pasan películas extrañas por quinientos pesos.
Me supo a sueño, a un poema en un sueño, a un poema sin terminar en un sueño, en un sueño sin terminar.
Me supo a canción desafinada
a poema sin rima
a gallina con dientes andando en skate
a una esperanza aliñada con tres pizcas de ilusión
y una cucharada de sinceridad.
Me supo extraño la verdad, y no supe qué pensar.
Porque al tratar de volver a saborearlo para dejarlo un rato más en la boca,
despojarlo de sus vestimentas con los colmillos
y tratar de procesarlo mejor con las papilas gustativas,
ya se había ido, ya lo habían envuelto y enviado a domicilio.
Su ausencia me supo más dulce de lo que esperaba.

2 comentarios:

E dijo...

donde solo TU me besas
donde sólo TU me besas

ya te extraño y eso que recien te vi ayer.

Jo dijo...

I agree with E