domingo, 23 de agosto de 2020

la paz y la verdad

No hay verdad que por muy verdadera que sea 

se convierta en la más absoluta, 

la que reine por sobre todos 

en cada uno de los presentes.

Y tú quisieras encontrar la palabra perfecta

la que perdure más en el tiempo 

la que prolongue la tranquilidad

porque la paz también es cierta

tan cierta que puedes tocarla.

Y te enamoras de esa paz,

y te la llevas a tu casa

te la llevas a la cama,

y salen a pasear por el parque 

los domingos en la mañana.

Salen a cenar a la comida hindú

los lunes en la noche,

y van al cine de películas clásicas 

los viernes por la tarde.

Y un jueves cualquiera

llegas antes del trabajo 

a tu casa 

porque anunciaron una nueva pandemia en las noticias,

y descubres que la paz 

nunca fue tan cierta,

la pillaste chanchito

disfrazándose muy serena,

muy tranquila

poniéndose su máscara

como si nada.

Y con la misma parsimonia,

se gira y te dice :

“no hay verdad que por muy verdadera que parezca se convierta en la más absoluta”.

Y entonces le tomaste la mano

cariñosamente 

pero con firmeza,

le besaste en los labios 

y le hiciste el amor como nunca esa noche.


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