domingo, 27 de abril de 2008

beeerp

Una historia transmitida a través de ojos que brillan y te cuentan historias transmitidas a través de ellos. Dos de esos que esconden unos varios llantos, algo de alegría, porque no un poco de enojo, su pataleo de vez en cuando, tres vasos de cerveza antes del abrazo tambaleanto, el te-quiero trillado con un tufo que corre caras.


P.D:No haga casas con madera de pino oregón, que se escucha todo desde la otra pieza.

lunes, 21 de abril de 2008

ciento 89 pedazos de uña a la derecha.El ventrículo derecho de mi corazón a la izquierda

La vida es tan justa que cuando te quita lo que te tiene que quitar para mantener el equilibrio cuando ya te dio algo, tendemos a decir que LA VIDA ES UNA MIERDA e INJUSTA. Pero es tan malditamente equitativa que cuando te estás acostumbrado a algo bueno ya te lo va quitando poco a poco, hasta que se va por la misma dirección de metro en que llegó. Por eso se llora una lágrima por el ojo izquierdo, se sonríe tres veces, lloras tres más por el derecho y luego las dos que te faltan por el izquierdo. Conocemos unas persona y tres cuartos por cada 27 horas que pasamos solos. Quizá todos estamos obligados a llorar por lo menos dos veces al mes si nos reímos un día viernes después de las 8:43 en la tarde por alguna razón poco interesante; o nos tropezamos (o tambaleamos) un promedio de 7,48 veces en cincuenta días por cada seis personas que empujamos en el metro.
Quizá cada uno de nosotros nació para que nos rompan el corazón tres veces por cada una vez que nos enamoramos, o que estamos todos destinados a que nos duela hasta el músculo estriado no voluntario antes de alcanzar la felicidad. Pero de eso se trata al fin y al cabo; de luchar hasta que te la gane, de soportar hasta que grites, de llorar hasta que rías, de enamorarse hasta que te rompas y de soñar hasta que el que gira constantemente deje de girar.

sábado, 19 de abril de 2008

juntos

Junta un millón y algo de estrellas con un millón y algo de noches de desvelo; junta todas
las cosas estúpidas que puedo llegar a decir con las cosas que a veces dices y no entiendo; (junta
un uno con un nueve); junta una vida escribiendo historias lejos de ti con lo que vamos a empezar a escribir; junta lo que somos con lo que podría llegar a ser, sin buscar alguna explicación (porque ni con la ecuación itinerario de la vida se puede explicar)

sábado, 12 de abril de 2008

loqeimporta

Pongamos lo complicado (eso que te hace dar vueltas en la cama por más de dos horas antes de dejarte dormir) y transformémoslo en algo simple, para que todo esté al alcance de la mano. así tocaremos las estrellas al abrir la puerta de la calle; recorreremos el mundo en google earth transformando los kilómetros en cuadras y escribiremos historias alrededor del planeta encerrados en una pieza.
En una semana, en veintidós horas, en lo que sea. Porque el tiempo no importa
(lo q.i.e.q.t.q)

miércoles, 9 de abril de 2008

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No sé tú pero yo ya vengo corriendo hace rato

domingo, 6 de abril de 2008

Hay noches...


"Hay noches en las que ella mira el cielo y piensa en él. Hay noches en las que él mira el cielo y piensa en ella. A veces, los dos piensan el uno al otro al mismo tiempo y están interconectados sin darse cuenta".




(La chica del mostrador)

sábado, 5 de abril de 2008

elchico delos brazoscruzados

Lo fui pensando de a poco hasta que se transformó en costumbre (ahora no me lo puedo sacar de la cabeza). Lo puse con lápiz pasta escrito en mi cuaderno para que no se me olvidara y ahora forma parte del título de cada historia que escribo. Y es absurdo lo sé, es como mi hervidor eléctrico que calienta el agua más de lo necesario, gastando por montones la energía. Es enamorarse del viento y abrazar almohadas (peluches de pingüino) por la noche. Porque paso al olvido en el momento exacto en que desaparezco de tu cuadro visual (siesquelogroentrar) y todo lo planeado antes del encuentro se me va a la chucha.
Y si es que voy a formar parte de los recuerdos de tu encantadora cabeza, quiero que me recuerdes como el chico de los brazos cruzados que esperaba en un rincón del pasillo para solamente verte pasar, tratando de grabarme la forma de tus ojos en la memoria. Recuérdame como el que caminaba a más de diez metros de distancia de ti, memorizando cada gesto que hacías y la manera en que se colocaban tus amigos alrededor tuyo. Recuérdame como el chico que no encontraba algo coherente ni llamativo que decir cuando te tenía cerca. Como el chico que se quedaba siempre ahí, con una expresión estúpida en la cara y un mal teñido en el cabello, esperando a que vengas y me digas: Hey, ¿tú eres el chico de los brazos cruzados que no para de pensar en mí, el que me sueña cada noche antes de dormir? ¿No te parece absurdo?. Es como enamorarse del viento abrazando almohadas (peluches de pingüino) por la noche.