Va y viene
como un columpio solitario
en una plaza solitaria
una noche solitaria.
Desde atrás te agarra y a veces te suelta
como queriendo arrastrarte
por la tierra
por el cielo
por el mar.
El viento te cuenta secretos al oído,
cuentos sin contar en la historia
que callaron
como tú y yo durante la hora del almuerzo.
Va y viene
tal cual un péndulo
de un reloj
al anunciar la medianoche.
Un traspié en el tiempo
una vida que surgió de un acontecimiento no planificado
de entre muchas otras vidas
dentro de otras vidas ya vividas.
No eres ni el juez ni el verdugo,
no te toca dar la sentencia,
ni castigar a la conciencia.
Como que va
y como que viene
a la orilla de un riel
esperando que den las diez
para que pase
el tren de las diez.
Ese impulso de no avanzar
de dejar el freno de mano puesto y salir arrancando.
Va y viene
como el verano y el invierno
como el día y la noche
como la muerte y la vida
como todas las tormentas
que nacen y se pudren
en la cabeza .
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