domingo, 4 de julio de 2010

desistir ni se le ocurra

Todo tranquilo antes del tormento, antes del dilema, del problema con solución efímera.

Todo en paz previo al aluvión de preguntas y de pocas respuestas,

de dar mil trescientas vueltas

hasta que el mareo te dure una semana completa.

en el living de la casa hay una esperanza que te dice que podría salir mejor si se intenta de a poco.

en el comedor está la sinceridad que te dice entre risitas: mijito, no se apure en caer que el piso no se mueve.

y razón que tiene la muy perversa, porque en todas las habitaciones de la casa están los desencantos que te van arrebatando lo poco de constancia que va quedando.

Pero todo va apacible por el momento: los libros de la biblioteca aún no sacuden su polvo ni los platos se trizan contra las baldosas de la cocina por el derrumbe que les espera.

Es difícil predecir cuando vaya a ocurrir, no soy pulpo-oráculo para decirlo. Es algo que corre por dentro quien me lo dice, al mismo tiempo que me susurra en el oído (bien bajito para que nadie más escuche) que aún daque por madesiado garentre, madesiado.

1 comentario:

e. dijo...

tal vez no es que se tetra de tirdesis, nosi que a cesve hay sionesoca en las que tanfal las nagas de guirse y te tafal quien te de un jonempu...