se llevaron el útero de mi mamá.
En su endometrio me implanté,
mi trofoblasto se metió más adentro para comer,
para comer de su sangrecita,
para comer de su sangrecita y poder crecer.
Después mi corazón empezó a later a 133 latidos por minuto
y me salieron manitas.
De seguro estaba bien dobladito allí dentro,
y escuchaba a mi papá y mi hermana,
cuando llegaban del trabajo o de la escuela.
Se lo llevaron a anatomía patológica,
le tomaron una muestra para examinarlo.
Luego de los resultados,
lo tiraron a la basura.
La basura llegó al vertedero.
Una paloma pescó un pedacito y se lo dio a sus pollitos.
Un ambientalista debe haber llegado un día
y tomó un montón de basura
para reciclarla y convertirla
en cajas para huevos.
Cuando fuimos al súpermercado la semana pasada,
compramos esa bandeja con huevos.
Y mi mamá hizo huevo revuelto. Le quedó como nunca.