martes, 18 de marzo de 2008

se me menea

Por el hecho de que no estoy contigo y que te necesito dos veces a la semana y te extraño dos veces cada un minuto, aunque suene hostigosamente cliché y monótamente estúpido. Que sigas siendo, y esto cierto, una de mis principales razones para escribir algo poco romántico. Y que independiente de que lo intente un millón doscientas y ocho veces, la razón entre las veces que yo pienso en ti y pienas en sigue en un constante 1935 : 0,0011. Ya está más que claro que llorarte a estas alturas no vale en lo absoluto la pena, pero por si acaso se hace, a ver si en una de esas te vuelves a mirarme y te das cuenta que soy para ti y te cuento que te he llorado a ríos para que vuelvas.

El NO ser tú-y-yo(nosotros) me menea el tálamo cada vez que lo recuerdo y que lo más probable es que eso poco a ti te importe.Por eso voy a lanzar un te-quiero al aire a ver si te llega.Dibujaré con lápiz de cera negro tu sombra en el suelo y luego me pararé frente a un foco para proyectar la mía al lado de la "tuya". Cerraré los ojos cada vez que abrace mi almohada tocando con la punta de mis dedos tu hueso frontal, la glabela y el orificio cigomaticofacial.
Imaginaré que cuando levante el auricular del teléfono estarás tú al otro lado diciéndome Lo-que-estaba-buscando-eras-tu-tu-tu-tu-tu-tu-tu-tu. Y todas esas cosas tontas para que no se me menee el tálamo al recordar que por mucho que lo desee, ya no va a volver.

domingo, 9 de marzo de 2008

Para que se dé cuenta de que estás "feliz"

Déjalo ir. No lo escuches. No lo mires. No le hables. No lo tomes en cuenta. No le pienses. No lo nada.
Y si viene a darse una pequeña vuelta por tu casa (calle Nuevo Mundo #2063 ( la de dos pisos con chaquilla pokemona)), y golpea tu puerta (metafóricamente hablando, no es que de verdad venga a darse una pequeña vuelta por mi casa (dirección(la de tantos pisos y que tiene un techo de esa manera) )a golpear mi puerta), ábrele y solamente limítate a sonreír: Te dice hola! [Sonrisa], te mira [Sonrisa], espera una respuesta [Sonrisa], te escupe [Sonrisa], se va [Sonrisa].
Déjalo ir. Deja que se quede por allá bien lejos, donde no lo puedas escuchar, ni mirar, ni hablar, tomar en cuenta, pensar Nada.
Que se quede allá, dos cuadras hacia el norte, tres hacia el oeste y al fondo del pasaje. Bien escondido te digo. Para que no te vuelva a doler, para que no vuelva con su espinita estúpida a pincharte ahí donde más te duele.
No señor, no te lo mereces.

martes, 4 de marzo de 2008

un poquito más que eso.

Utilizo lo poco cuerdo de corteza cerebral que me queda para intentar meterme en la cabeza el ciclo menstrual de la mujer de principio a fin (desde que empieza a actuar la hormona folículo estimulante, pasando por la liberación del ovocito dos desde el ovario hacia la trompa de falopio y hasta que el endometrio se desprende ( si es que no hay espermatozoides para que ocurra fecundación, porque si los hay la historia sería distinta, el cuerpo lúteo no degeneraría y blah blah la guagua que sale por la vagina )) y para encontrar alguna manera o artimaña para llegar a ti. Pienso de qué forma me puedo introducir en tu tálamo para quedarme como un recuerdo duradero y no ser solamente el producto de una sinapsis entre una neurona de asosiación y una post-sináptica, que duraría a lo más una milésima de segundo en tu memoria.
Busco entre mis apuntes el modo de producirte esas cosquishitas en la panza que sentirías cada vez que me vieras caminar hacia ti.
Invento palabras y oraciones subordinadas adjetivas relativas para decirte al oído, a ver si entiendes que Las veces que he intentado llegar a ti, retrocedo y avanzo, pero retrocedo otra vez.
Camino junto a ti inventando excusas para no verte, porque me duele verte ahí y que me veas como lo que soy [nada más que el producto de una sinapsis entre una neurona de asosiación y una post-sináptica en tu corteza cerebral]